Los Reproductores Digitales

Resulta imposible, al volver a redactar una pequeña guía de reproductores, no acordarse de los primeros lectores MP3 con aquel acabado “plástico” barato y aquella estética poco agraciada… Pero bueno, tenían el mérito de leer archivos MP3, siempre que respetaran ciertos criterios de codificación. Afortunadamente, todo esto ha cambiado y, en la actualidad, se ha otorgado a los reproductores el reconocimiento que merecen.

El reproductor del tamaño de un llavero y el gran reproductor multimedia con una gran pantalla de cuatro pulgadas no tienen las mismas aplicaciones, ni el mismo precio.Lo importante es, por tanto, determinar con exactitud las necesidades.En primer lugar, hay que saber “lo que se quiere llevar encima”: música, fotos, vídeos… Los reproductores más sencillos tienen la forma de una memoria USB. Según el modelo, combinan una “verdadera” memoria de almacenamiento, con la posibilidad de transferir todo tipo de archivos.Una vez más, en función del modelo, incorporan una pantalla LCD para, llegado el caso, mostrar las etiquetas de los archivos MP3, como el título, el autor y la duración.

En el siguiente escalón en lo que al tamaño se refiere, existen reproductores con una buena pantalla LCD u OLED, como el Neonumérique NM1 o el Rue Du Commerce P4 Trendy.Aunque siempre están alrededor de los 100 € (de 256 o 512 Mb), soportan, además, vídeos MP4 y, según el caso, archivos de imágenes o a veces incluso e-books (libros electrónicos). A estos dos modelos tan atractivos de gama alta se les une el Samsung YP-T7FZ y llegan a ofrecer hasta 1 Gb de almacenamiento, siempre que invirtamos más de 150 €. No hay que olvidar que la capacidad de 1 Gb permite almacenar hasta 250 títulos… Siempre en el terreno de los reproductores con memoria, no podemos pasar por alto el Iriver U10 y su gran pantalla LCD 320×240, que soporta numerosos formatos de archivos. MP3, WMA, ASF, OGG Q10, MPEG4 SP, JPG, textos, así como juegos en flash.

A partir de una capacidad de 2 Gb y hasta 20 Gb, los reproductores cambian su memoria por la de un disco de 1,8 pulgadas. Entramos en el terreno de los lectores multimedia más de moda, como los magníficos y muy polivalentes Apple iPOD Nano y los Creative Zen Nano que pueden sincronizarse con Outlook. Estos reproductores, que suelen costar más de 200 €, soportan los formatos más extendidos (OGG, WAV, AIF, TIFF, Atrac+ de Sony, Apple Lossless, GIF, BMP, PNG) y a menudo ofrecen funciones similares a las de las PDA, como la gestión de contactos y citas. De hecho, las PDA también son reproductores multimedia especialmente polivalentes e ilustran muy bien la convergencia que existe entre mundos aparentemente tan distintos…

A partir de una capacidad de 2 Gb y hasta 20 Gb, los reproductores cambian su memoria por la de un disco de 1,8 pulgadas. Entramos en el terreno de los lectores multimedia más de moda, como los magníficos y muy polivalentes Apple iPOD Nano y los Creative Zen Nano que pueden sincronizarse con Outlook. Estos reproductores, que suelen costar más de 200 €, soportan los formatos más extendidos (OGG, WAV, AIF, TIFF, Atrac+ de Sony, Apple Lossless, GIF, BMP, PNG) y a menudo ofrecen funciones similares a las de las PDA, como la gestión de contactos y citas. De hecho, las PDA también son reproductores multimedia especialmente polivalentes e ilustran muy bien la convergencia que existe entre mundos aparentemente tan distintos…

Bastante más grandes y mucho más parecidos a los reproductores convencionales, aunque más pequeños que los primeros walkmans, los lectores multimedia resultan impresionantes por más de un motivo. De hecho, no sólo ofrecen magníficas pantallas cuya diagonal alcanza hasta cuatro pulgadas, sino que además disponen de un disco de entre 30 y 100 Gb. Lo cierto es que las posibilidades de almacenamiento son increíbles y soportan muchos formatos. Además, estos lectores multimedia disfrutan de una amplia conectividad que concretamente incluye una salida de TV. Por ejemplo, el Archos Digital Video Recorder AV 500 permite grabar desde la televisión. Por último, observamos que en este mercado tan específico, contamos básicamente con los fabricantes Archos, con una amplia gama, y Creative, con su Zen Vision. Para pasear la colección de CD, álbumes de fotos, algunas películas y programas de televisión, ¡no hay nada mejor!

Frente a esta oferta tan variada, decidirse puede resultar complicado. Siempre vienen bien algunas pistas y consejos.

Los reproductores más pequeños, como las memorias USB, son muy prácticos para acompañar las actividades deportivas. La ausencia de disco duro permite al usuario moverse mucho Como son muy pequeños y ligeros, en este caso la ausencia de pantalla no supone un inconveniente. Si se quiere gestionar fácilmente más títulos, una pantalla LCD en color de buen tamaño se convierte en una verdadera ventaja. Además, este tipo de reproductores, especialmente el iPOD Nano, admiten numerosos formatos, sin hablar de que los fabricantes de automóviles ofrecen la integración de un lector de Apple en sus coches (con la posibilidad de disfrutar de los mandos del volante y de la pantalla de a bordo). Los fanáticos del sonido, de la imagen y del vídeo preferirán, evidentemente, un lector multimedia equipado con una gran pantalla y un disco duro de gran capacidad.

En cuanto a los formatos soportados, la elección puede resultar difícil. A la hora de la verdad, si los archivos AIF, TIFF, OGG o incluso XviD no dicen mucho al usuario, ¡entonces es que no los utiliza! A primera vista, no es necesario que los soporten. Los más importantes son MP3 y WMA para audio, JPG para imagen y, por último, DivX y MPEG4 para vídeo.

Siempre en función de las necesidades de cada uno, incluso los reproductores más compactos pueden hacer las veces de grabadora o sintonizador FM. Sin embargo, los más grandes pueden suplantar las funcionalidades de una PDA.

En cuanto a la alimentación, a los lectores más simples (memoria USB) les basta con una pila. No obstante, en el momento en el que incorporan un disco duro, es necesaria una batería integrada, preferiblemente de Ion Litio.

Camaras Fotograficas y Videocamaras Digitales

En cualquier disciplina, la llegada de lo digital es un augurio de cambios inminentes. No basta con decir que todo se simplifica, ya que la digitalización viene siempre acompañada de grandes progresos. De hecho, lo único que sigue siendo “complicado” es elegir la mejor tecnología o, al menos, la que mejor se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.

Las cámaras fotográficas digitales han seducido a todos los bolsillos desde que los precios se situaron por debajo de los 100 €. Con estos precios ya se pueden encontrar modelos equipados con un sensor de 4 megapíxeles, más que suficiente para conseguir una muy buena calidad de impresión en formato A4. Estos pequeños aparatos, denominados “compactos”, generalmente no disponen de zoom óptico.

En realidad, su función de zoom es similar a la de un programa de retoque fotográfico: aumenta una zona en detrimento de la calidad. Las compactas más evolucionadas disponen de un zoom óptico (3x o 4x) y de un sensor de 5 megapíxeles, o más, que garantizan una calidad óptima. Además, empiezan a disponer de un estabilizador de imagen que reduce considerablemente los desenfoques producidos al usar el zoom o cuando hay poca luz. Un peldaño más arriba, las “bridge” son un poco más grandes y están destinadas a un usuario más experimentado. Disponen de un potente zoom óptico, generalmente de 10x o 12x, con un estabilizador de imagen. Además de los modos automáticos y preprogramados, las bridge permiten un control manual completo. El primer puesto de las cámaras digitales lo ocupan las “réflex”, que se caracterizan por un enfoque óptico, directamente a través del objetivo, y por el famoso paso universal de 24×36. Estos imponentes aparatos albergan un sensor de gran tamaño y más sensible. Los objetivos de las réflex son intercambiables y sus ajustes están muy avanzados. Las imágenes que proporcionan son de tal calidad que han cautivado a los últimos seguidores de la fotografía tradicional.

En lo referente a las videocámaras, los precios también han bajado considerablemente y podemos hacernos con una a partir de 250 €. Como ocurre con las cámaras fotográficas digitales, en el ámbito de las videocámaras intervienen tanto la resolución como el zoom, pero con magnitudes diferentes. De esta forma, para una videocámara, un sensor de 800.000 píxeles proporciona una buena calidad de grabación. Cabe destacar que las videocámaras Tri-CCD disponen de un sensor para cada color básico (rojo, verde y azul) para proporcionar una calidad óptima, incluso en caso de mala iluminación. Aunque la mayoría de las videocámaras graban en formato 4:3, también existen algunos modelos compatibles con el formato 16:9.

Si desea utilizar su videocámara a modo de cámara de fotos, deberá disponer de un sensor de mayor resolución, así como de una tarjeta de memoria. En lo referente al zoom óptico, varía de 10x a más de 20x según el modelo y la gama de precios. Para grabar con las mejores condiciones posibles, es importante disponer de una pantalla LCD de grandes dimensiones, orientable y luminosa. Dejando a un lado estas características comunes, las videocámaras pueden dividirse en tres categorías dependiendo del soporte de grabación. Los modelos de cinta “miniDV” suelen ser los más asequibles, pero el uso de una cinta implica invertir una cantidad de tiempo importante en rebobinar y borrar. Con el soporte “DVD 8cm”, se pueden visualizar los vídeos directamente en un ordenador o en un reproductor doméstico. Los accesos son rápidos, pero los soportes caros y el tiempo de grabación limitado. Las videocámaras con “disco duro” son bastante interesantes por su acceso y borrado inmediatos y por su gran capacidad de grabación. Tal y como ocurre con las cintas MiniDV, será necesario guardar las películas en un DVD tarde o temprano. Finalmente, al adquirir una videocámara, recomendamos incluir en el presu puesto una segunda batería.